De la penicilina a la COVID-19: el vital y poco reconocido papel de las microbiólogas

Los nombres femeninos afloran allí donde miremos. Elizabeth Bugie, por ejemplo, participó en el descubrimiento de la estreptomicina, el primer antibiótico eficaz frente a la tuberculosis. Sin embargo, sus compañeros varones decidieron no incluir su nombre en la patente del antibiótico, a pesar de que ella era una de las autoras del artículo en el que describían este fármaco.

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